Cuando hay gatos viviendo en casa, traer otro puede ser bastante estresante si no se toman las precauciones adecuadas. Hoy te contaremos todo lo que tienes que saber para que el proceso sea lo menos traumático posible.
Es de suma importancia llevar al nuevo integrante de la familia a un chequeo veterinario antes de llevarlo a casa. Recordemos que podría estar enfermo y no parecerlo, lo que pone en riesgo la salud de los gatos que ya habitan en el hogar. Por lo general, los callejeros vienen con parásitos externos e internos, que son altamente contagiosos.
Otra recomendación importante, a nuestro criterio, es la esterilización de las gatas para evitar camadas indeseadas, comportamientos rebeldes y enfermedades. También recomendamos la castración de los gatos machos, para evitar que marquen territorio con la orina y poder facilitar la relación con otros gatos, pues no habrá enfrentamientos territoriales asociados a hormonas sexuales. El uso de feromonas felinas ayudan notablemente a sobrellevar mejor está situación de estrés. Lo ideal es poner a funcionar el difusor una semana antes, para que sea progresivo todo.
Los gatos terminarán acostumbrándose a convivir hasta el punto en que podrás soltarlos y dejar que se relacionen.
Si adoptamos un gatito, es más sencillo el proceso, pero si eres de quienes prefiere dar segundas oportunidades a gatos adultos, ya verás que, con un poco de paciencia, lograrás que los gatos terminen amándose. La facilidad de adaptación dependerá de si los gatos que viven en casa han convivido con otros. Podría llevar semanas o meses, hay que tener paciencia.
Lo primero que debemos hacer es llevar una mantita a casa con el olor del nuevo gato, para que los otros comiencen a reconocerlo. Debemos habilitar, para el minino recién llegado, una habitación que los otros gatos no reconozcan como su territorio, que le servirá de hogar durante algunas semanas. La puerta debe permanecer cerrada, para que no haya conflictos.
Ya verás, cómo por debajo, comienzan a escucharse, a olerse y a reconocerse. También, durante este tiempo, puedes seguir intercambiando mantas y juguetes, para que se familiaricen cada vez más unos con otros. El siguiente paso será permitir el contacto visual, siempre y cuando sea bajo nuestra supervisión y el gato nuevo esté dentro de un Kennel. Las primeras reacciones serán negativas. Escucharás bufidos y habrá tensión, pero no hay que preocuparse. Como mencioné anteriormente, es cuestión de tiempo y paciencia.
Una vez que hayamos logrado los pasos anteriores, podemos pasar al contacto físico. Al igual que el contacto visual, deberá ser siempre bajo nuestra supervisión y con la posibilidad de separarlos en caso de que hubiera un enfrentamiento. Este punto es importantísimo: debemos evitar que estos primeros contactos acaben en una pelea. Si vemos que pudiese terminar mal, es mejor intentarlo nuevamente al día siguiente.
Al final, los gatos terminarán acostumbrándose a convivir hasta el punto en que podrás soltarlos y dejar que se relacionen.
Comments